Who thought that the year 2010 was over and that the best concerts had already passed was totally wrong. Stone Temple Pilots closed the concert season in Peru with a series of powerful songs that went crazy from the first song to the thousands of attendees. It was one of those concerts that breaks with expectations and generates a connection with the public from the first vibrations. The Estadio Monumental was filling in almost its entirety, while began to order the stage and test the sound generating the first cries of the public. When everything was ready, a hypnotizing track was released to start the concert. People ran to their places while waiting for the departure of Scott Weiland, Robert DeLeo, Dean DeLeo, and Eric Kretz.
What would follow in the next few seconds would be unique. The powerful guitars of Crackerman came to the veins of the assistants to recharge them from the first seconds. Hands raised, cries of emotion, faces of fulfilling a dream; the public reaction was that one expects from each of the concerts, total dedication to the artist. On stage, Scott buried and with dark glasses, Robert with the national flag as a layer seducing his bass, Dean on the other end injecting with the distortions and Eric behind the battery putting the power, were complemented in the best way despite be each by his side.
He had not passed two songs and the audience exploded with the “ole ole ole pilot pilots” surprising the band that joined the choir from the stage. Thus, after some songs of the last album, “Between the Lines” followed that it burst in an audience that could not do it any more with emotion. Young people and older people jumped as if in the 90’s with all the energy that the band could give. You could already see bodies flying through the air and even some gentlemen trying to make crowd surfing with relative success. The revolutions dropped a bit with Hickory Dichotomy, Still Remains, and Cinnamon. However, it did not take long for a guitar solo to start Big Empty that achieved the first climax of the concert, those moments that the whole audience becomes one with the band generating a communion without equal between all. After this I followed the cover to Led Zeppelin Dancing Days and Silvergun Superman that began to recharge the energies for the batch of hists that was coming.
Yes, Plush continued with the audience totally devoted to the concert, “And I feel it !!” everyone shouted from the bowels in one of the most special moments of the night where people did not stop chanting. With Interstate Love Song the energy kept increasing, but it was not until Down that a pogo exploded from those in front of the stage causing all the VIPs to look worried to see what was happening. This was a real rock party, no one cared about anything other than watching Stone Temple Pilots live. The concert was coming to an end with Sex Type Thing. The heads kept moving, the sweat ran down the skin and the bodies kept shaking. So, Stone Temple Pilots left the stage and began to play that hypnotizing little music of the beginning, we all knew that the time was coming to disconnect us from this discharge of energy.
With megaphone in hand, Scott returned to start the last songs with Dead & Bloated and Trippin ‘On A Hole In A Paper Heart. The sticks, and nails flew through the skies and the concert came to an end. The band approached the edge of the stage and said goodbye with that sincere smile with which very few bands leave. Down in the audience the reaction was the same, the thousands of people who came to the South Esplanade of the Monumental left totally ecstatic. Undoubtedly, a very good closure for 2010, what will Jeff Gutt have to do in 2019 to overcome this?
Quien pensó que el año 2010 ya había acabado y que los mejores conciertos ya habían pasado se equivocó totalmente. Stone Temple Pilots cerró la temporada de conciertos con una tanda de potentes canciones que volvieron locos desde la primera canción a los miles de asistentes. Fue uno de esos conciertos que rompe con las expectativas y genera una conexión con el público desde las primeras vibraciones. La Explanada Sur del Monumental se iba llenando en casi su totalidad, mientras se empezaba a ordenar el escenario y probar el sonido generando los primeros gritos del público. Cuando ya todo estaba, se soltó una pista hipnotizadora que daba inicio al concierto. La gente corría a sus lugares mientras esperaba la salida de Scott Weiland, Robert DeLeo, Dean DeLeo, y Eric Kretz.
Lo que seguiría en los pocos segundos siguientes sería único. Las potentes guitarras de Crackerman llegaban a las venas de los asistentes para recargarlos desde los primeros segundos. Manos alzadas, gritos de emoción, caras de estar cumpliendo un sueño; la reacción del público fue esa que uno espera de cada uno de los conciertos, entrega total al artista. En el escenario, Scott enternado y con lentes oscuros, Robert con la bandera nacional como capa seduciendo su bajo, Dean por el otro extremo inyectando con las distorsiones y Eric detrás de la batería poniendo la potencia, se complementaron de la mejor manera a pesar de estar cada uno por su lado.
No había pasado ni dos canciones y el público explotaba con los “ole ole ole pilotos pilotos” sorprendiendo a la banda que se unía al coro desde el escenario. Así, luego de algunas canciones del último disco seguía Between the Lines que reventaba en un público que no podía más con la emoción. Jóvenes y gente ya mayor saltaba como estando en los 90’s con toda la energía que podía dar la banda. Ya se podían ver cuerpos volando por los aires y hasta a algunos señores intentando hacer crowd surfing con relativo éxito. Las revoluciones bajaban un poco con Hickory Dichotomy, Still Remains, y Cinnamon. Sin embargo no pasó mucho para que un solo de guitarra diera inició a Big Empty que logró el primer climax del concierto, esos momentos que todo el público se vuelve uno solo con la banda generando una comunión sin igual entre todos. Después de esto seguía el cover a Led Zeppelin Dancing Days y Silvergun Superman que empezaba a recargar las energías para la tanda de hists que se venía.
Sí, seguía Plush con el público totalmente entregado al concierto, “And I feel it!!” gritaban todos desde las entrañas en uno de los momentos más especiales de la noche en donde la gente no paraba de corear. Con Interstate Love Song la energía seguía aumentando, pero no fue hasta Down que explotó un pogo de aquellos frente al escenario haciendo que todos los vips se asomaran preocupados para ver qué pasaba. Esto era una real fiesta de rock, a nadie le importaba nada más que estar viendo en vivo a Stone Temple Pilots. El concierto iba llegando a su fin con Sex Type Thing. Las cabezas se seguían moviendo, el sudor corría por la piel y los cuerpos no paraban de agitarse. Así, Stone Temple Pilots abandonó el escenario y empezó a sonar aquella musiquita hipnotizadora del comienzo, todos sabíamos que ya estaba llegando el momento de desconectarnos de esta descarga de energía.
Con megáfono en mano volvió Scott para dar inicio a la última descarga con Dead & Bloated y Trippin’ On A Hole In A Paper Heart. Las baquetas, y uñas volaron por los cielos y el concierto llegó a su fin. La banda se acercó al borde del escenario y se despidió con esa sonrisa sincera con la que muy pocas bandas se van. Abajo en el público la reacción era la misma, las miles de personas que llegaron a la Explanada Sur del Monumental salieron totalmente extasiadas. Sin duda, un muy buen cierre para el 2010 ¿qué tendrá que hacer Jeff Gutt en el 2019 para superar esto?
SETLIST: Crackerman, Wicked, Vasoline, Heaven & Hot Rods, Between The Lines, Hickory Dichotomy, Still Remains, Cinnamon, Big Empty, Dancing Days, Silvergun Superman, Plush, Interstate Love, Huckleberry Crumble, Down, Sex Type Thing